>Del saber>Miren quién viene por allí...
Oscar Nieves,
para Camagüeyanos por el Mundo.
Siempre sentí afición por la fotografía. Esto me llevó algunas veces a meterme en problemas.
Sufrí no pocas desapariciones misteriosas de rollos de mi cámara, mientras me hospedaba en
hoteles, cuando viajaba por asuntos de trabajo.
Me encontré con El Caballero de París en La Habana, en septiembre de 1977. Lo ví muy
acomodado en una especie de callejón detrás de la pizzería de San Lázaro e Infanta. Pude
apreciar el cuello raído de su viejo tuxedo, la mugre incrustada en sus uñas y, debo decirlo,
su olor a "chivo viejo al sol". Ya lo imaginan ustedes, que como yo, saben a qué me refiero. Le
pedí permiso para tomarle una foto, cosa que le importó un bledo.
Leía él una copia del périodico Abuela, en francés, y pueden ustedes observar cómo se
encontraba rodeado de "patriotismo revolucionario": fotografías del Ché y banderitas cubanas.
Flores adornaban el marco de su ventana (que por supuesto era la parte de afuera de una ventana
que daba al rincón donde él vivía, bajo un balcón).
Días más tarde regresé a retratarlo de nuevo, pero ya se lo habían llevado a Mazorra. Venía un
festival de estudiantes y no podía haber pordioseros en las calles: ni uno. Tengo entendido que
allí, encerrado entre locos, murió.
Imagen cortesía de Oscar Nieves
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